Tu recuerdo me duele y el corazón no se resigna a olvidarte, en sueños busco tu abrigo junto a mi pecho y las lágrimas mojan mi almohada, son esas lágrimas que no se retienen porque es el alma que las derrama,
En el silencio de mi cuarto te veo a mi lado sonriendo, compartiendo caricias, jugando a ser niños que se enamoran de sus fantasías, que se descubren en el abrazo inocente del sexo, que van descubriendo que hay mucho más en los besos que el simple deseo,
Que van deshojando margaritas diciendo me quiere, mucho, poco y nada, y luego se revuelcan en la cama con risas y carcajadas, descubriendo que su mundo solo a ellos le pertenece, porque el amor a regado su cimiente,
Pero la mañana llega con un sol rabioso y despierto y tu ya no estas a mi lado, y el día más claro se oscurece en mi como noche sin estrellas, ni cielo que las contengan, y vuelvo a sucumbir en mi lecho con tan solo el silencio de mi respiración que se extingue en tu recuerdo amor,
Pero aun me queda una parte de ti y por ella quiero vivir y danzar en medio de las turbulentas mareas del mar, y subir a la cumbre más alta para alcanzar la cometa que juntos desplegáramos en el infinito universo que creamos con los suspiros del amor que nos profesamos,
Que al cielo una nube de algodón hemos robado, para que hoy latiese su corazoncito dentro de mi ser, abriendo un arco iris de esperanzas a mi existir…
Mabel Meneghini"
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